lunes, 7 de abril de 2014

Ruinas jesuíticas, un patrimonio cultural tangible del Paraguay


Decíamos en la edición anterior, que el patrimonio cultural tangible está conformado por elementos materiales que se pueden ver y tocar, como los monumentos, los parques, edificios históricos, obras artísticas, etc. 


Ruinas jesuíticas, un patrimonio cultural tangible del Paraguay_21853 / ABC Color
 
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, que expresan la identidad de un pueblo. El Paraguay posee grandes tesoros de este tipo, como las ruinas de las reducciones jesuíticas. En nuestro país se encuentran los restos de siete de las reducciones jesuíticas más importantes. Entre estas, las de Jesús y Trinidad fueron declaradas Patrimonio Universal de la Humanidad, por la Organización Mundial para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).Originalmente, eran ochenta, pero en la actualidad quedan sólo treinta, de las cuales siete se encuentran en territorio paraguayo.SOCIOLOGÍA Y ANTROPOLOGÍA CULTURAL

Las reducciones jesuíticas
La mejor muestra del patrimonio tangible del Paraguay

Capacidad: Asume el compromiso de cuidar y preservar el patrimonio cultural tangible de nuestro país.

Decíamos en la edición anterior, que el patrimonio cultural tangible está conformado por elementos materiales que se pueden ver y tocar, como los monumentos, los parques, edificios históricos, obras artísticas, etc., que expresan la identidad de un pueblo. El Paraguay posee grandes tesoros de este tipo, como las ruinas de las reducciones jesuíticas.
Siete de las ruinas jesuíticas más importantes
En el Paraguay se encuentran los restos de siete de las reducciones jesuíticas más importantes. Entre estas, las de Jesús y Trinidad fueron declaradas Patrimonio Universal de la Humanidad, por la Organización Mundial para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Originalmente, eran ochenta, pero en la actualidad quedan solo treinta, de las cuales siete se encuentran en territorio paraguayo.

La Compañía de Jesús estableció estas reducciones dentro de las llamadas conquistas espirituales. Cada una contaba con un colegio, una iglesia, talleres, casas de indios y la tierra de Dios.

Eran verdaderas potencias agrícolas y ganaderas. Una parte de los bienes era destinada a la Iglesia (el Tupã mba'e) y la otra a los cerca de dos mil nativos que formaban parte de las misiones (el ava mba'e). Además, las reducciones se ocupaban del sustento de las personas que no podían trabajar, como los niños huérfanos, los ancianos y las viudas.

El legado de los jesuitas no se limita a los testimonios arqueológicos, sino que también se extiende a la música, la escultura y las artes en general. Además, durante la época de las reducciones se imprimieron los primeros textos en guaraní.

1. San Ignacio Guazú

San Ignacio Guazú fue la primera reducción jesuítica del Paraguay. Fue fundada por los padres Marcial de Lorenzana y Francisco de San Martín, con apoyo del cacique Arapizandú, en 1609. Se encuentra en la actual ciudad de San Ignacio de las Misiones, a 226 km de la capital.

Aunque no quedan prácticamente restos de las construcciones originales, posee la colección más representativa de las reducciones jesuíticas en cuanto a imágenes y tallas religiosas de gran valor, en el museo de la localidad. Entre otros objetos de valor cultural, se encuentran en este museo, mapas de la primera misión jesuítica del Paraguay, fotografías de la iglesia original y una carta escrita por el rey Felipe IV en el año 1635.

Una de las actividades emprendidas por la comunidad para cuidar y preservar este patrimonio, consiste en la celebración de la Fiesta de la Tradición.

2. Santiago

La reducción de Santiago fue fundada en 1651. Se cree que el nombre se debe al santo que representa el triunfo cristiano sobre los moros, Santiago, para contrarrestar los ataques de los bandeirantes. Está ubicada a 258 km de Asunción, en las proximidades de Ayolas.

Fue una de las reducciones más pequeñas, pero la que mejor conserva las tallas de madera, guardadas en el museo jesuítico de Santiago, y la única que posee un retablo original completo. Se destacan las imágenes de la Virgen de la Cabeza, la Piedad y Jesús Resucitado, y las estatuas de San Luis Gonzaga y de San Ignacio. A estos se suman las pinturas realizadas en las reducciones y las construcciones en adobe, que fueron las casas de los indios y que en la actualidad bordean la plaza.

El 28 de enero se realiza la Fiesta de la Tradición Misionera, con juegos como rodeo, competencias de destreza y doma.

3. Santos Cosme y Damián
En 1632 fue fundada la reducción que lleva el nombre de dos hermanos santos: Cosme y Damián. Se encuentra a 342 km de la capital. Se destaca por los estudios astronómicos que se realizaron en la época de las reducciones. Hasta hoy se conserva el antiguo observatorio astronómico, un enorme reloj de sol y un túnel que desemboca en el río Paraná.

En el cielo raso, todavía se pueden apreciar frescos originales de la época. Algunas de las construcciones quedaron inconclusas, pero siguiendo los planos originales, hay un proyecto para completarlas.

4. Jesús del Tavarangue, Patrimonio Universal de la Humanidad

La misión de Jesús del Tavarangue está ubicada en la ciudad homónima. Fue fundada en 1658 y declarada Patrimonio Universal de la Humanidad en 1993 por la Unesco.

Es la única que tiene características del estilo morisco, con tres grandes portales y varias edificaciones bien conservadas.

Cuando los jesuitas fueron expulsados del país en 1767, la iglesia aún no estaba terminada. Esta iba a ser una réplica de la iglesia de Loyola. Es un lugar ideal para conocer la historia y para el turismo, ya que alrededor se encuentran atractivos arroyos y balnearios naturales. 

Nuestra Señora de la Santísima Trinidad, Patrimonio Universal de la Humanidad
Fundada entre 1706 y 1712, la reducción de Nuestra Señora de la Santísima Trinidad también fue declarada Patrimonio Universal de la Humanidad en 1993 por la Unesco. Se encuentra a 28 km de Encarnación.

Es el testimonio patrimonial más acabado de las treinta reducciones jesuíticas y la más visitada. Cuenta con una plaza; una gran iglesia con su pila bautismal, púlpito y pórtico de la sacristía; una casa de indios, un colegio, talleres, cementerio, huerta y un museo que guarda esculturas y otros ornamentos.

Santa María de Fe

La reducción de Santa María de Fe lleva el nombre de la ciudad donde está asentada, a 240 km de Asunción. Fue fundada en 1647. Tiene un museo, en un edificio construido en adobe. Se encuentran allí tallas sacras de mucho valor. 

Santa Rosa de Lima

Fundada en 1698, Santa María de Lima se encuentra a 248 km de Asunción. Cuenta con imponentes casas de indios, convertidas en comercios; un campanario de la época, construido en piedra roja; y la famosa Capilla de Loreto, con sus tallas y murales de gran valor.
Fuente: Abc color

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