Las estancias rurales forman parte de las opciones que ofrece el turismo interno para quienes deseen vacacionar rodeados de mucho verde y animales, al estilo campestre.
Si bien falta menos de un mes para que la temporada veraniega inicie oficialmente, el calor llegó a Paraguay desde hace un par de meses y con él las ganas de disfrutar del sol y el aire fresco. Es entonces cuando las personas comienzan a pensar en opciones de destinos.
No se necesita mucho dinero para que una familia pueda disfrutar de un fin de semana en algunas de las estancias rurales del interior del país, sin necesidad de viajar al exterior.
A 50 kilómetros de Asunción, en el departamento de
Cordillera, específicamente en la ciudad de Nueva Colombia, la Granja de
Avestruz Mbuni ofrece una variedad de actividades al aire libre, ideales para
toda la familia, al igual que para parejas y grupos de amigos.
En el restaurante de Mbuni se ofrece comida internacional y licor de huevo de avestruz. Foto: Martha Bazán ÚH.
En el área de pileta de Mbuni también hay un bar con bebidas variadas. Foto: Martha Bazán ÚH.
En las habitaciones de la granja Mbuni predomina el estilo con decoración africana. Foto: Martha Bazán ÚH.
El lugar, propiedad de un matrimonio alemán radicado en
Paraguay desde hace 7 años, ofrece entre sus principales atractivos los
recorridos por el predio donde se puede observar a los avestruces y a sus
crías. Además, del área de la piscina, el restaurante con comida internacional,
cuyo plato principal es un bife de carne de avestruz, licores de huevo de la
misma especie animal, en una decoración con estilo y alusión a países del
continente africano.
"Mbuni significa avestruz en el idioma Kisuaheli, hablado en
algunos países de África del Este", comentó la propietaria, Anne Heese, al
momento que agrega que la idea de su familia era venir al país e implementar un negocio
turístico nunca antes realizado. Aseguró también que tienen buena
receptividad por parte de los visitantes quienes en su mayoría van desde la
capital.
Los costos de hospedaje van desde G. 290 mil por matrimonio
en las habitaciones, las cuales cuentan con baño privado y están decoradas con
el nombre de varias ciudades africanas.
Otra opción son los bungalows, que tiene un precio de G. 380
mil por pareja y un adicional de G. 60 mil por persona en el caso de las que
cuentan con una cama matrimonial y otras tres para soltero. Todos con baño
privado, sala, televisor, mini bar, cocina y aire acondicionado.
La capacidad total de la estancia es para 40 personas, en 5 habitaciones y
4 bungalows. Además, en el sitio se ofrecen artesanías hechas con plumas y huevos de
avestruz, con mano de obra paraguaya y alemana. Todos los precios incluyen
desayuno, internet, acceso a la piscina y el recorrido por las instalaciones.
Para pasar el día y solo acceder al área de piscina se paga
la suma de G. 30 mil por persona con reserva previa.
La Quinta
Viajando unos kilómetros más, a 82 kilómetros de la capital,
en la ciudad de Piribebuy, está ubicada La Quinta, otra estancia rural
donde
además del paseo a caballo, piscina y platos deliciosos se puede
disfrutar de un sendero de 2 kilómetros que llevan a un arroyo fresco y
oculto entre los
árboles en la zona alta del lugar.
"Nosotros compramos La Quinta en 1989 con la idea que sea
nuestra casa de fin de semana y ni pensábamos que iba ser un hotel",
expresó la propietaria, Olga Ferreira, una empresaria brasileña que vive
en Paraguay
desde hace más de 20 años.
El lugar cuenta con 4 cabañas y 8 habitaciones en suite, las
cuales ofrecen camas matrimoniales y para solteros. En el caso de las primeras, estas
tienen dos dormitorios, dos baños y una sala, equipadas con ventiladores de techo
y aire acondicionado, cerca de la zona donde se concentra la piscina, el restaurante,
la sala de juegos, el quincho y el parque para niños.
"Además del turismo recreativo desde el principio lanzamos
el corporativo, que es un servicio ofrecido a las empresas", agregó Ferreira,
quien cuenta que la estancia es una de las opciones más recurrentes por los
grupos empresariales para capacitaciones, jornadas y actividades comerciales a
nivel ejecutivo para lo que también ofrecen un salón.
Los precios van desde G. 370 mil por persona en las
suites y G. 420 mil en las cabañas más
grandes, que ya incluye desayuno, almuerzo, cena, servidos en buffet con
tenedor libre y una gran variedad de platos nacionales y de comida
internacional.
Los niños de 4 a 11 años pagan el 50% de los costos y para
ellos se ofrecen en días de mucha concurrencia de grupos familiares el
servicio de una maestra parvularia que realiza actividades y paseos con ellos.
A la piscina de grandes esta pegada la piscina de niños.Foto: Martha Bazán ÚH.
En La Quinta se ofrece una sala de juegos para chicos y grandes. Foto: Martha Bazán ÚH.
Otras de las opciones son los paquetes de luna de miel, los
cuales pueden ser de un solo día como de hasta 4 días y 3 noches. Las
habitaciones son ambientadas de manera especial para los esposos y según agregó
la empresaria "quedan encantados".
Estancia rural Santa Clara
La estancia ganadera Santa Clara, está situada a 150 kilómetros de
Asunción, en Caapucú, departamento de Paraguarí.
El lugar ofrece más de 4 mil hectáreas de serranía, vista
verde y azul, entre el cielo y los árboles donde se puede disfrutar de paseos a
caballo, en sulky, pileta y hamacas ubicadas en los corredores de una casa que
ofrece un ambiente y actividades campestres.
"No es un hotel", aclara la dueña, Valerie Martínez Pastore,
quien señaló, por otro lado, que la intención es que el lugar no reúna a
muchas personas al mismo tiempo, ya que el objetivo es que este sea un
lugar
de descanso y diversión en familia y entre amigos.
"La vista, la serranía, la tranquilidad, la altura, el
viento hacen que sea un lugar hermoso y diferente", refirió.
Los paseos en sulky de la Estancia Santa Clara se realizan en un recorrido de 3 kilómetros. Foto: Martha Bazán ÚH.
En el quincho de Santa Clara se realizan todas las comidas del día. Foto: Martha Bazán ÚH.
Allí, se cría ganado vacuno y equino, al igual que se puede
apreciar del sobrevuelo permanente de varias especies de aves que habitan la
zona.
En total, el establecimiento cuenta con 6 habitaciones, 4 con camas
matrimoniales y una de soltero, y una sofá cama, las otras 2 son habitaciones
triples, todas con ventilador de techo y baño privado.
La estadía tiene un precio de G. 250 mil por persona, incluye las
tres comidas del día así como todas las actividades del lugar, no
así bebidas gaseosas y alcohólicas, las cuales según Martínez pueden ser
ingresadas por los grupos, pero no se venden en el restaurante.
Ofrecen un menú con sabores caseros y
jugos de fruta natural, con postres típicos paraguayos y el tradicional asado
con sopa paraguaya, chipa guazú y variedad de ensaladas como la de poroto,
papas, lechuga y repollo.
Cuidar lo natural
Con los paseos a las estancias rurales tanto los
propietarios de las fincas como las autoridades de la Secretaría
Nacional de Turismo
(Senatur) buscan, a parte de la inversión y el movimiento económico
dentro del país, que las personas se involucren con lo que se refiere a
la preservación y cuidado de nuestros recursos naturales, teniendo en
cuenta los problemas de deforestación y caza, que afecta a varias zonas
importantes y ricas en flora y fauna del país.
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